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miércoles, 21 de septiembre de 2011

UN RELATO.

Hace algunos meses me encontré con una convocatoria de un concurso de recetas noveladas. Lo organizaba la web www.gastronomíaalternativa.com. Concursé con el siguiente relato y quede entre los cinco finalistas.

http://www.gastronomiaalternativa.com/ga-8_844-el-periodista-joan-sella-ganador-del-iii-concurso-de-re.html

En este enlace dan fe de ello (cortar y pegar en la barra superior). Y ahí va el cuento:



ESE DORADO OBJETO DE DESEO.

Rosa sabe que resistirse no vale para nada, pero, a pesar de ello, camina decidida por la acera de enfrente a la tentación intentando convencerse de lo contrario. Todo inútil. Al llegar al semáforo previo a la famosa tienda de accesorios de lujo lo cruza mecánicamente. Casi hipnotizada. Como siempre.

Allí trabaja su amiga Mercedes y, cada vez que va al mercado, entra, charla un poco con ella y mira hacia el objeto de su deseo más ansiado. Mercedes, que lo sabe, de vez en cuando se lo saca y la deja acariciarlo, abrirlo, colgarlo de su brazo e imaginar que es suyo; que por fin ha conseguido el bolso de su vida.

Rosa desliza las yemas de sus dedos muy suavemente sobre el ante color dorado con que está hecho y mira cómo cambia de tono según lo haga hacia arriba o hacia abajo. Cuando acaba borra sus huellas pasando la palma de su mano ceremoniosamente, con suma delicadeza, sobre aquella superficie tan suave, tan cálida, tan…

--Rosa, deberías llevártelo.

--Es muy caro, Mercedes.

--Pero es tu capricho y, afortunadamente podéis permitíroslo. Vivís en una buena casa, tenéis un buen coche, no tenéis hijos y tu marido lo gana bien.

--Sí, pero hace dos años que yo no trabajo y hemos tenido que renunciar a algunos lujos.

--¿Lo has hablado con él?

--Ni lo he hecho ni lo haré. Me conformo con poder verlo y tocarlo de vez en cuando.

Y Mercedes se encoge de hombros y acude a atender a otro cliente.

Pero hoy Rosa no entra allí. No hay charla con su amiga. Esta mañana va con prisa y no puede entretenerse mucho. Quizás por ello da un suspiro de alivio cuando mira hacia el interior de la lujosa tienda y ve un grupo de japoneses,  en pleno éxtasis, mirando y toqueteando bolsos, chaquetones y pañuelos de seda mientras Mercedes y su compañera los miran sonrientes, las manos enlazadas en sus respectivas espaldas y esperando cualquier consulta por parte de los compulsivos compradores orientales. Ya tiene la excusa perfecta para pasar de largo.

--Hoy se llevan mi bolso --piensa Rosa--. Sabe que los japoneses son fanáticos de ese modelo. Pero también sabe que sólo tardan dos o tres días en reponerlo. Es un clásico de la firma desde hace veinticinco años.

En fin, a lo que iba nuestra amiga. Ayer discutió con su marido por una nimiedad y hoy está dispuesta a zanjar el asunto con su plato favorito --el del marido--; calamares rellenos.

--Manuel; póngame usted cuatro calamares medianos y que estén tiernos y sin fisuras, que son para rellenar.

--Pues ha escogido usted muy bien el día, doña Rosa. Los de hoy son perfectos para eso. Ahí van. Y le regalo este otro, igual de fresco pero roto. Le vendrá muy bien para engordar el relleno.

--Muchas gracias, Manuel, pero yo le añado trocitos de miga de pan asentado remojados en leche para que cunda más y quede esponjoso.

--¿Miga de paaaaan?-- le replicó extrañada una señora mayor que iba detrás de ella en la cola.

--Pues sí señora, miga de pan. Aparte de lo clásico, usted ya sabe, las patitas del calamar picaditas, un par de dientes de ajo, unos cincuenta gramos de jamón y un huevo duro. Pero como se queda corto de volumen, yo hago como mi madre; la miga de pan remojada en leche, un poco de manzana y algunos pistachos. Y todo picado a mano, nada de picadora, que lo muele y lo hace una plasta.

--Pues hija mía; nunca lo había escuchado.

--Pues ya ve usted; cada maestrillo tiene su librillo.

--¿Y tiene usted algún otro truco para la salsa.

--No. Le hago el clásico refrito de tomate, pimiento, cebolla con su vasito de vino blanco y su hojita de laurel, y a dejarlos cocer en él semicubiertos de agua después de haberlos enharinados y pasados por la sartén. Un puñadito de guisantes al final y santas pascuas. Eso sí: el azafrán de hebra; nada de colorantes.

--¡Con lo que cuesta…!

--Nada, nada, miseria y compañía. Con medio gramo sobra y basta. Gastas más en gas.

--¿Se los limpio, doña Rosa --interrumpe el pescadero.

--Sí, Manuel, gracias. Y póngame la tinta aparte, que no la voy a utilizar en este guiso.

De vuelta a su casa mira de reojo --y desde la acera de enfrente--  la tienda de su amiga Mercedes. Los japoneses ya se han marchado y el sol, que da de plano en el escaparate, le impide ver si “su bolso” sigue en la estantería correspondiente. Mañana será otro día para poder comprobarlo, que los calamares rellenos son un plato que requiere su tiempo y todo debe estar listo para cuando su marido llegue. Antes de entrar en su piso hace una última parada en la tienda de ultramarinos del barrio para comprar un poco de arroz de grano largo, que le gusta más para la guarnición que el bomba. Aguanta mejor el refrito después de cocido.

Ver a Rosa en su cocina es como disfrutar de un ballet desde primera fila. Sus movimientos son precisos, elegantes, seguros. Vuelve los calamares del revés --para que no se les salga el relleno-- con un solo giro de sus esbeltas muñecas. Es la coordinación personificada.

Mientras todo se cuece a fuego lento en la cacerola, ella prepara la mesa con la mantelería bordada a mano que su marido le trajo de Bruselas, la vajilla del ajuar y la cubertería de plata herencia de la familia. En el reproductor de cedés el disco de Sally Oldfield que tanto le gusta a él. Repasa y rectifica de sal el guiso y el color azafranado de la salsa le recuerda al de su deseado bolso.

Ya son las dos y media. Debe estar a punto de llegar. Rosa se arregla --coqueta ella-- un poco el pelo. El chardonnay que ha escogido para la ocasión reposa en la cubitera con hielo, agua y un puñado de sal gorda. A su marido le encanta el vino blanco muy frío. Las copas Riedel que ella le regaló en su último cumpleaños esperando ansiosas el brillante vino sobre la mesa.

Las tres menos cuarto. Hoy habría atasco en la Avenida.

Las tres…

Las tres y media…

Las cuatro…

--¡¡¡RRRRIIINNNGGG!!!

Rosa da un respingo cuando el timbrazo sale del teléfono y contesta con un punto de ansiedad.

--¡¿Dígame!?

--¿Rosa? Cariño, que hoy no como en casa, que me ha surgido un imprevisto y me he tomado un bocadillo al lado de la oficina. Perdona, pero se me olvidó avisarte antes. Tú ya habrás comido, ¿verdad?

--Sí, claro, por supuesto --le contesta ella mientras cuelga con rabia--; vaya usted a saber si por la hora o si por la música y las risas que se escuchaban de fondo.

Respira hondo. Una vez. Dos veces. Tres. Y, antes de la cuarta, sonríe con un punto de malicia, se va a la cocina, pone los calamares rellenos --ya perfectamente cortados en rodajas-- en una bandeja de aluminio de las de usar y tirar, y los saca al patinillo, colocándolos justo al lado del cristal roto de la mampara separadora, por donde el gato de la vecina se cuela de vez en cuando a su lado.

--Buen provecho, Micifuz.

Y a continuación vuelve donde el teléfono y marca, con firme decisión, las nueve cifras de su número más deseado.

--¿Mercedes? ¿Se han llevado los japoneses mi bolso? ¿No? Pues quítalo de la estantería y ve preparándomelo, que en cinco minutos estoy allí.





LES LUTHIERS, DE NUEVO EN SEVILLA.

Por si aún no os habéis enterado y sois seguidores de estos maestros del humor musical, Les Luthiers actuarán en Sevilla (en FIBES más concretamente) los días 18, 19, 20, 21 y 22 de octubre. Vienen con su obra "Los Premios Mastropiero" y las entradas se pueden comprar en www.entradas.com



Los geniales humoristas argentinos siempre se pasan por nuestra casa cada vez que vienen a Sevilla. Debutaron en el restaurante en 2001 y nos dejaron este simpático recuerdo en nuestro libro de firmas:

LA RECETA DE LA ALBORONÍA.

Nunca he hallado una referencia de la alboronía lo suficientemente fiable por antigua y por exacta. En algunas fuentes se la cita como una especie de pasta de hortalizas, hierbas y especias, muy concentrada, que se utiliza como condimento a modo de un garum árabe y vegetal. En otras (las que más me atrajeron) se la describe como un pisto precolombino en el que las berenjenas y la calabaza son imprescindibles, aunque las versiones son múltiples: desde las agridulces con miel y canela hasta las muy inverosímiles en las que los distintos ingredientes se mezclan con patatas y se guisan en una abundante salsa de tomate frito, productos estos últimos muy “abundantes” en la Europa de los siglos XIV y XV, si se me permite la ironía.

Les cuento esto último porque, buscando por Internet más datos sobre la alboronía, me topé con la web de una especie de grupo de gastrónomos y tal, en la que venía la receta y, en ella, se hacía hincapié en lo del tomate y las patatas; venga tomate y venga más patatas…Les mandé un correo explicándole aquello de que esos ingredientes no llegaron a Europa hasta que Colón se dio una vueltecita por allende los mares, y me contestaron muy ofendidos llamándome carca, retrógrado e inmovilista, e invitándome a  evolucionar. País; que diría el Forges.

 En vista de que no encontraba la receta original decidí inventarme la mía propia; eso sí, respetando la historia y esa especie de biblia que es para cualquier profesional del gremio la “Historia de la gastronomía española” de Martínez Llopis (Alianza).

No pretendo ser ni el primero ni el mejor en ofrecerla; simplemente se la preparamos con mucho cariño y como Dios manda. O Alá. O Yahvé. O comoquiera que se llame Ése cuyo nombre toman en vano los que se dedican a matar a los demás.

Los piñones de la receta se pueden sustituir por nueces, almendras, pistachos, e incluso garbanzos fritos.
                                                                   

He aquí nuestra versión de tan desconocido plato hasta hace poco:

Ingredientes:

½ Kg. De calabaza cortada en daditos.
½ Kg. de berenjenas en cuadraditos sin quitarles la piel.
½ Kg. de calabacines también en cuadraditos.
1 manzana troceada pequeñita. (En temporada sustituirla por un membrillo).
1 manojo de cebolletas.
2 dientes de ajos
Pimentón dulce.
Huevos.
Piñones crudos.
Aceite virgen extra.


Elaboración:

En una cacerola saltear a fuego lento las cebolletas picadas y los ajos hasta que las primeras queden transparentes.

Más tarde añadir el resto de las hortalizas y cocinarlas subiendo el fuego y removiendo de vez en cuando. Normalmente es suficiente con el agua que suelten los ingredientes, pero nunca está de más tener a mano un cazo con agua caliente por si acaso.

Es un guiso lento y hay que procurar que todos y cada uno de los productos queden tiernos. Si alguna hortaliza estuviese más verde que las demás pues la saltearíamos un rato antes que a ellas.

Una vez todo en su punto lo pasamos a cazuelas individuales de porcelana retirando el exceso de aceite o agua y las cubrimos con el huevo batido y los piñones. Horneamos hasta que estos últimos estén tostados y el huevo se haya dorado formando una especie de costra sobre el guiso.

martes, 20 de septiembre de 2011

NOS VISITA EL INSTITUTO CULINARIO DE AMÉRICA.

En el día de hoy (20-IX.2012) nos ha visitado una delegación del Instituto Culinario de América, la universidad privada dedicada a las artes de la cocina más prestigiosa del mundo, con más de 60 años de existencia. 

Hemos tenido el privilegio de ser seleccionados entre todos los bares y restaurantes de España para rodar un  video-reportaje de más de una hora de duración sobre las tapas, el tapeo, su origen y evolución y los vinos de Jerez como perfectos acompañantes de ellas, que es, ni más ni menos, el leit motiv de mi próximo libro, que verá la luz a primeros del año que viene.

Espero que cuando tengan el video montado me lo envíen y podamos así compartirlo. Mientras, nos quedamos con el disfrute y el asombro mostrados por el equipo de grabación al probar nuestras tapas, especialmente la alboronía. Antes de que acabe esta semana colgaré en el blog la receta de este plato que debe su nombre a la princesa Al Buran, hija de Al  Mutamid, el rey poeta de Sevilla.

Mi último libro publicado a la espera del de los vinos de Jerez y el tapeo. Incluye la receta y toda la historia de la alboronía.



Con Nancy; la presentadora y jefa de expedición.

La alboronía. Una receta digna de una princesa.

lunes, 19 de septiembre de 2011

ARTÍCULO DE SEPTIEMBRE DE 2011 EN EL CORREO DE ANDALUCÍA.


IV VERANO DE LA CRISIS.

Llegó a la chita callando, la muy ladina, disfrazada de burbujas varias, como si fuese el anuncio de un dorado cava protagonizado por un mandatario nefasto, el cual, en el más puro estilo Manolo Summers, no paraba de vocear que Tó er mundo e güeno y España e lo mejón del mundo. Hasta que aquellas frágiles pompas estallaron en nuestras narices y dejaron ciegos y aturdidos nuestros ojos de nuevos ricos con pretensiones. ¿Ojos engañados u ojos que se habían dejado engañar? Da igual. El caso es que la muy jodida doña Crisis había llegado para quedarse. Ya es un cubierto más en nuestras casas y en nuestros negocios. ¡Y vaya el apetito que tiene la doña…!

Llevo 40 años de mi vida dedicados a la hostelería, pero, además, soy cliente de otros muchos colegas. Me gusta salir de tapas, comer en la calle con la familia, cenar con los amigos… En fin, que domino las dos caras de la moneda y una de ellas --la de cliente y espectador-- me ayuda bastante en la otra, pues me da una perspectiva diferente a la puramente empresarial.

¿Y qué he visto este verano desde fuera del mostrador en mis vacaciones? Pues algo que tenía fatalmente que llegar: una bajada en la calidad y/o el servicio, porque, lo de subir los precios con la que está cayendo, es una utopía. No ha sido una bajada generalizada, hay quien aguanta el tipo a base de imaginación, contención de gastos innecesarios y buena gestión, pero, por desgracia, no es la norma.

Este verano me han pasado y me han contado más situaciones de servicio no profesional de la cuenta, e incluso de camareros bordes y descarados.

Está claro que, si para dar un buen servicio hacen falta X empleados y este verano el empresario, ahogado en trampas o asustado por la falta de perspectivas, contrata a X-2, la calidad se resiente, aunque, con un poco de agrado y buena voluntad por todas las partes, puede llegar a ser un mal menor. Sin embargo, esa bajada en el servicio puede servirles a algunos clientes-personajillos, venidos a menos por mor de la misma crisis que la del hostelero, para dejar escapar sus frustraciones y su resentimiento contra todo y contra todos, provocando escenas que dan vergüenza ajena contra un profesional que está haciendo todo lo posible para darle un buen servicio, o contra un trabajador eventual que, incluso, puede estar mucho más preparado intelectualmente que el cliente gritón, pero que se la tiene que tragar porque necesita imperiosamente ese salario.

Dice el refrán que en la mesa y en el juego se conoce al caballero. Si algún día muchos profesionales de la mesa (y el mantel) hablasen, cuántos cimientos temblarían… Pero, si hay un oficio discreto y amante de hacerles la vida más agradable a los clientes, ese es el de camarero. O si no; ¿a cuántos profesionales del litos han visto ustedes largando fiesta en los programas de cotilleos…?

…Y no será por falta de información.

PREMIO PARA NUESTROS VINOS DE LA CASA.

En el reciente concurso de vinos con D.O. Rioja, nuestro vino de la casa, Artuke, arrasó en tres categorías: Mejor vino joven, segundo mejor vino de crianza y segundo mejor gran vino singular por "La finca de los locos". Los dos primeros ya lo estáis disfrutando desde hace meses en nuuestra casa por botella y por copas y el tercero, del cual sólo se han embotellado 1.200 unidades, está a punto de llegar. Os mantendremos informados y, recordad: ESTOS VINOS SÓLO LOS TENEMOS NOSOTROS EN SEVILLA.




domingo, 18 de septiembre de 2011

VINOS DEL MES.


VINOS DEL MES.
SEPTIEMBRE 2011.

Otra De las novedades del nuevo curso: Cada mes elegiremos un par de buenos vinos con una muy buena relación calidad-precio y la haremos aún mejor durante esos 30 días.

En este mes nos vamos a ir a Somontano para catar dos vinos totalmente diferentes entre sí:

1º/ ENATE VARIETALES 2002.
El único tinto de tan prestigiosa bodega que usa los tres tipos de uvas que poseen: tempranillo, cabernet sauvignon y merlot. Tinto de crianza en barricas nuevas de roble francés. Elegante. Redondo. Sin aristas. Y con una nariz impresionante. Su precio habitual es de 37,00 €/blla., pero, hasta fin de mes --o de existencias-- lo puedes disfrutar por 24,00 €/blla 0 4,00 €/copa.

Bodega visitable, previa cita, en el +34 974 302 580


Varietales dos mil dos.


Los cuidados viñedos de Enate.



2º/ LA MIRANDA DE SECASTILLA.

Vino elaborado según gustos actuales: muy buena madera, pero durante relativamente poco tiempo; 8 meses en roble francés en este caso. Un vino frutal, con buena acidez y largo recorrido, procedente de las viejas cepas --de uva garnacha en su inmensa mayoría-- cultivadas a más de 700 m. de altura, para elaborar este agradabilísimo descubrimiento.

Hasta el 30 de Septiembre el precio de este vino será de 14,50 €/blla. y 3,00€/copa.

A lo largo del mes vamos a intentar traer longaniza de aquella zona (de Graus) para acompañarla. Qué mejor pareja…
La Miranda de Secastilla.
Los viñedos de Secastilla entre la niebla de enero.


Un piscolabis a pie de viña. La temperatura era de cero grados.



A pesar de que el sol ya estaba alto, el rocío se escarchó a los pies del viñedo.

Esta bodega se puede visitar (cosa que os recomiendo encarecidamente). Concertar cita en:
visitas@vinasdelvero.es

En Barbastro (capital del Somontano) hay varios hoteles buenos a buen precio, pero nada comparable a dormir y pasar un par de días en Alquézar, villa medieval bastante próxima. Mariano es el alcalde y el propietario del mejor hotel del pueblo
cuya colegiata está literalmente colgada sobre la garganta del río Vero, en la sierra de Guara. Todo lo que necesitéis sobre la villa y alrededores os lo contará Mariano.

No. No es un portal de Belén. Es Alquézar con su colegiata al fondo.

Visto por las calles de Barbastro. Sin comentarios...

lunes, 5 de septiembre de 2011

EL CORREO DE ANDALUCÍA. Julio 2011

Cada mes publico un artículo en el suplemento de gastronomía de El Correo de Andalucía. Mi sección se llama "No Sólo Tapas" y éste es el correspondiente a Julio de 2011:


NO SÓLO TAPAS.

REENCUENTRO FELIZ.

Ya ha llovido desde que, allá por 2005, tuve que dejar de escribir mi pequeña crónica semanal en este diario por pura cuestión de falta de tiempo. Estaba pergeñando mi primer libro y esa nueva criatura reclamaba toda mi atención. Hoy, seis años y tres libros después, El Correo llama de nuevo a mi puerta y yo encantado de volver a ser parte de él.

A partir de ahora --y espero que por mucho tiempo--, una vez al mes, más o menos, nos encontraremos en estas páginas para hablar de muchas cosas, de ahí el título que le he puesto a mi sección; No sólo tapas, pues espero hacer de estas líneas un lugar de encuentro, de debate y de buenos ratos, exactamente igual que si fuese la barra de mi bar o las mesas de mi restaurante, donde, no sólo se come y se bebe, sino que se vive… y se convive; algo tan extraño en este mundo moderno que es siempre tan veloz.

Todos sabemos que hay conversaciones y acuerdos que hay que sacar de la severidad de los despachos y que, ante un par de copas de vino y un plato de buen jamón --por ejemplo--, es mucho más fácil limar asperezas y aunar criterios que si los interlocutores estuviesen sentados en serios sillones de cuero negro y rodeado de libros encuadernados en piel que parecen acusarte de algo desde las doradas letras de sus lomos. No sé a ustedes, pero a un servidor la dan un poco de yuyu esos escenarios.

No me gusta que me llamen restaurador, los que me conocen ya lo saben; prefiero hostelero o, sencillamente, tabernero. Ésta última acepción lleva implícita tal carga de experiencia, sabiduría popular y mano izquierda, que no se puede estudiar ni en la más prestigiosa escuela de hostelería del mundo. Inteligencia emocional pura y dura.

Un mostrador es como un confesionario. Se asombrarían ustedes de la necesidad de sincerarse con el camarero que tiene muchísima gente. Terapia pura y dura. En Estadios Unidos dicen que la amistad es la terapia de los pobres. También podríamos decir que la psicología pudiera ser la búsqueda de la amistad de los ricos. Pero, ni los norteamericanos ni la segunda reflexión están en lo cierto. Sin embargo, hay un dato estadístico, frío y rotundo (como suelen ser ellos), que afirma que el índice de suicidios de un país es inversamente proporcional al número de tabernas que tiene. Ustedes mismos.

Así pues, este rincón mensual que espero compartamos, tendrá de todos. Hablaremos de cocina, de vinos, de jornadas, de viajes, de bodegas… pero, sobre todo, hablaremos del mundo tabernario, como dicen por Carmona, el pueblo de mis ancestros. De esas cosas que sólo pueden suceder en las tabernas, aunque tendremos que ampliar ese término para que dentro de él quepan bares, mesones, cafeterías, restaurantes, ventas, pubs, y cualquier otro antro (dicho sea con todo el cariño del mundo) en el que se beba, se coma o se charle. En definitiva; donde se viva en sociedad.